viernes, 30 de agosto de 2013

Revisión del Catálogo

He subido un catálogo revisado, que supone una actualización de nomenclatura, fundamentalmente a partir de los borradores de Flora Iberica disponibles en internet, con cambios en Liliaceas (p.ej., el frecuente Asphodelus aestivus pasa a A. serotinus), incorporación de algunas especies o subespecies que habían pasado desapercibidas en anteriores búsquedas en Anthos.es, etc. Realmente casi todos los meses desde que colgué la primera versión he hecho alguna corrección al mismo, generalmente añadiendo alguna nueva especie, y difícilmente se puede dar por completamente depurado el presente, tanto por nuevos hallazgos como por los cambios taxonómicos (de clasificación) que se realizan (principalmente con la todavía inconclusa Flora Iberica, pero también con otros trabajos que actualizan algunos géneros, lo que no es de estrañar si pensamos que el primer volúmen de Flora Iberica fué de 1986 y la taxonomía y conocimiento de las especies no para). Además los avances en la clasificación de las plantas obliga a revisar críticamente muchas citas antiguas, como las señaladas por confirmar.

Lo ideal sería abordar un estudio completo de la flora del territorio, con prospección sistemática, y ni aún así se podrá dar por concluido, siempre estará en revisión. Es sintomático que las principales referencias sigan siendo trabajos algo antiguos que distan de estar superados (Rivas Martínez 1963, Fernández González 1988, García Adá 1990, etc.), siendo o parciales (los dos segundos citados) o de todo el ámbito pero con poca intensidad de prospección (el primero). 

De la complejidad de la tarea es reflejo el caso de Bustarviejo, municipio de SE de la Sierra de Guadarrama, de poco más de 57 Km2 y comprendido entre los 865 y 1862 m., sólo con litologías silíceas (rocas graníticas y gneísicas fundamentalmente). Aunque he publicado algunas citas de interés de la localidad desde hace años (Baonza 2000, 2001, 2004, 2007, 2009, Baonza et al. 2013), todavía no he hecho una recolección sistemática. Así, aunque de momento llevo contabilizadas 893 especies o subespecies (algo menos de la mitad de las citadas para la Sierra de Guadarrama), todavía creo que me faltan algunas. Por ejemplo especies poco conspicuas o de géneros ricos en especies (TrifoliumVulpia, varias Cariofiláceas, ...), o precisar la/s subespecies presentes o incluso la especie en el caso de algunas que se han "dividido" recientemente en varias y sólo conozco ciertamente una. Por ejemplo el caso de lo que antes se lamaba Stipa lagascae: de las tres especies parecidas citadas de la Sierra de Guadarrama, lo poco que he mirado últimamente de Bustarviejo parece todo de Stipa clausa, no pudiendo estar seguro si hay alguna más como la propia S. lagascae o S. juncea

Además, aunque creo que tengo el término muy pateado, todos los años encuentro algo realmente novedoso (no porque no me hubiera fijado antes), a veces de gran interés para toda la Sierra, como este mismo año: Alchemilla coriacea (otra localidad a añadir a las citadas en Baonza et al. 2013), Circaea lutetiana (las únicas citas de la Sierra de Guadarrama son del s. XIX, Lázaro Ibiza 1893) o Geranium divaricatum (considerado extinto en Madrid, del que he encontrado un ejemplar al final de la estación, por lo que siendo una especie anual tendré que comprobar en años venideros si realmente cuenta con una población mínima). 

Conozco más especies representadas por ejemplares únicos (Erica australis, Arctostaphyllus uva-ursi -ambas en Baonza et al. 2013-, Rhamnus lycioides, Coronilla minima subsp. minima) que introducen la cuestión de su importancia: ¿últimos restos de poblaciones más abundantes? o ¿especies adventicias o efímeras en Bustarviejo, que algún año llegan a establecerse pero cuando muera el ejemplar presente desaparecen de la localidad?. En el caso de las especies propias de zonas calizas parece que éste sería el caso, como ocurrió con un ejemplar de la orquídea  Ophrys speculum, que conocí durante varios años en Bustarviejo. En el caso de los arbustos calcícolas señalados (Rhamnus lycioides, Coronilla minima) su duración será mayor, pero difícilmente formarán poblaciones estables. En otros casos es difícil saber, e incluso afecta a otras especies de las que he podido constatar su desaparición en Bustarviejo, al morir los individuos aislados que conocía: Pedicularis schizocalyx, Umbilicus heylandianus, Ulex europaeus (citadas en alguno de los artículos mencionados) o Adenocarpus hispanicus, de la que había un único viejo ejemplar en el Collado de Bustarviejo y que fué cortado recientemente.

El único ejemplar de Adenocarpus hispanicus en Bustarviejo fué desbrozado en 2011 (foto poco anterior, del 23 de abril). Situado en El Collado, a 1250 m, en el cruce de la Cañada Real Segoviana con el Camino del Pinar (de Rascafría), contaba con un tronco de unos 8 cm de diámetro. Probablemente representaba un caso de dispersión a larga distancia por ganado trashumante o trastermitante por cualquiera de los dos caminos, desde Somosierra o Rascafría, donde hay abundantes codesos.

Luego están las alóctonas, de las que uno no sabe donde poner el límite: ¿todas las cultivadas tradicionalmente (sin tener ciertamente idea de la antiguedad de la tradición)?, las cultivadas recientemente en las huertas?, actualmente en nuevo auge, ¿y las las ornamentales? igualmente con especies tradicionales o recientes. De todas éstas a veces se encuentran ejemplares naturalizados o realmente plantados en el campo, pero tal vez no se pueden considerar poblaciones (están lo que viven los ejemplares, sin reproducirse, aunque en el caso de árboles o arbustos puedan vivir muchos años. Y el límite entre alóctona y autóctona en la localidad no siempre es claro, como con Salsola kali, propia de zonas calizas, que aparece en Bustarviejo efímeramente (?) en las cunetas de la carretera (¿dispersión favorecida por los vehículos o por el reparto de sal?, acción que además crearía las condiciones apropiadas para que esta especie se establezca de forma estable, como parece ocurrir en la A1). 


miércoles, 7 de agosto de 2013

Ulmus laevis

Un nuevo artículo sobre el olmo blanco europeo corrobora su carácter autóctono en España, basado en la originalidad de su ADN nuclear y de los cloroplastos (Venturas et al. 2013). Sin embargo su carácter autóctono en la Sierra de Guadarrama parece controvertido, aunque todavía no he podido leer el artículo. La única población conocida en esta sierra, en Palazuelos del Eresma, parece artificial. Los autores anteriores señalan que se sitúa en un ambiente agrícola, aunque el dato está lamentablemente desfasado: forma rodales más o menos adehesados (por lo menos los pies mayores) en la finca Quitapesares, donde se haya el palacio de la Diputación (El palacio Real Quinta de Quitapesares), de la que gran parte ha sido segregada y parcialmente urbanizada (la crisis del sector no llegó a tiempo de salvar esta gran finca agropecuaria). Los mayores ejemplares serían plantados (tendría además regeneración espontánea) y probablemente no sean muy antiguos. Tal vez de la primera mitad del s. XX, cuando dicho palacio, del primer tercio del siglo XIX, fue adquirido por la Diputación de Segovia en 1942, tras un largo periodo de abandono, para ser habilitado como residencia de enfermos mentales (http://www.palazuelosdeeresma.com). La consideración como plantados se apoya en la presencia de otras especies ornamentales dispersas por la antigua finca como plátanos, abetos, cedros, acacias, Pinus nigra tipo nigra, etc. Además de los rodales adehesados, justo a la derecha de la entrada de la actual urbanización, y otros no tan grandes dispersos, se pueden ver algunos pies en los jardines del palacio. 
 
Aspecto actual (18/7/2013) de alguno de los olmos blancos de Palazuelos del Eresma. Se aprecia su mal estado fitosanitario, con ramas secas.


En la provincia de Madrid también se plantó Ulmus laevis en diversos municipios como El Pardo, San Martín de Valdeigesias (Venturas et al. 2013) y en la misma Sierra de Guadarrama como Bustarviejo, Miraflores y en Manzanares del Real. En estos sitios curiosamente parece que fué por la antigua diputación, al haber sido en la travesía. Lamentablemente en estos pueblos serranos parece que está en desaparición (especialmente en Miraflores) por el abuso de sal para derretir la nieve de las aceras, por la remodelación de las mismas sin cuidado del arbolado (se cortan las raíces para encajar los alcorques) y también parece que por la grafiosis, aunque la especie parecía más tolerante, probablemente por actuar en ejemplares debilitados. Estos datos también obligan a tener dudas sobre las poblaciones madrileñas señaladas en ambientes forestales de San Lorenzo del Escorial (UTM 400442 4494118, datum E1950) y Valdelatas (442016, 4487299) (Venturas et al. 2013), tal vez demasiado próximas a jardines donde puede estar o haber estado plantado. Sería interesante investigar cual es la procedencia de todos estos ejemplares, dada su originalidad genética.

Venturas, M.; P. Fuentes-Utrilla, R. Ennos, C. Collada & L. Gil 2013. Human-induced changes on fine-scale genetic structure in Ulmus laevis Pallas wetland forests at its SW distribution limit. Plant Ecology, 214(2): 317-327.

Fuentes-Utrilla P, Venturas M, Hollingsworth PM, Squirrell J, Collada C, Stone G, Gil L (2013) Extending glacial refugia for a European tree: genetic markers show that Iberian populations of white elm are native relicts and not introductions. Heredity 112(2): 105–113. http://dx.doi.org/10.1038/hdy.2013.81 [incluye en análisis la población de Palazuelos del Eresma]

Datos tomados de los comentarios:
- M. del Corro, 8 de agosto de 2013
Otra población de U. laevis en el municipio de Torrelodones, en el margen de un arroyo. Están entremezclados en un bosque de galería con fresnos, y hay ejemplares de buen tamaño. Cierto es que tiene casas bastante cerca. 

- J. Baonza 22 de agosto de 2013
Leido el artículo de Martín Venturas y colegas (2013), centrado precisamente en el análisis genético de las poblaciones de Quitapesares y Valdelatas, tengo que matizar que los autores ya señalan que la primera localidad ha sido transformada con la construcción de un campo de golf (en la tabla de datos complementarios, que se pueden consultar libremente, daban su condición anterior de finca agropecuaria). Sin embargo, el análisis de la estructura genética de ambas poblaciones poco informa de su origen. Algunos datos aportados son controvertidos, como no señalar que las citas históricas de olmos puedan ser de Ulmus minor (presente en Quitapesares), especialmente la antigua y excesivamente ambigua denominación de Monte Negriello de Valdelatas (algo paradójico que se asocie al olmo blanco y no al álamo negro). Otro dato controvertido es que la degradación de la población de Valdelatas se atribuya a una supuesta bajada del nivel freático, cuando sobrevive en un arroyo permanente gracias a los aportes de las depuradoras de aguas residuales (agua que en última instancia seguramente procede del Canal de Isabel II y por tanto de otras zonas).

Por otro lado me he fijado algo más en los Ulmus laevis de Bustarviejo. Se sitúan en la travesía hacia Miraflores, en el tramo hasta El Collado. Este tramo fué plantado hacia 1920 con Populus nigra var. italica en la primera celebración del Día del árbol en la localidad. Posteriormente, a mediados del siglo XX (en la foto aérea de 1956 parecen recién plantados) se introdujeron en el mismo tramo de travesía más especies, como los citados olmos blancos (unos 30, algunos secos rebrotando de cepa), Sophora japonica y un castaño de indias. Tal vez de esta época o algo posteriores son los Acer pseudoplatanus, Ulmus minor var. minor (cuando los "álamos" tradicionales en la localidad son de la var. vulgaris), Ulmus pumila e híbridos entre ambos (existe toda clase de situaciones intermedias). Mas recientemente se han introducido otras especies como moreras del Japón.

Por concluir, el que sean plantados no descarta que puedan ser autóctonos (ver Baonza 2012), tenemos el caso de las encinas en las dehesas o que incluso para especies aprovechables (en este caso para "ramón") de hábitats tan transformados como las vegas sea casi inevitable. Nada más fácil que en sistemas tradicionales se planten los árboles del entorno más interesantes. Como en ciencia hay que aportar datos que puedan contradecir las hipótesis (o en su defecto las refuercen) y sin tener mucho sentido proponer hipóteis no demostrables, para reforzar el carácter autóctono de ambas poblaciones descartaría que fueran plantados a mediados del siglo XX (a lo que apuntan algunos indicios). A tal fin conviene un análisis demográfico que nos informe de la edad de los ejemplares más viejos (¿son una cohorte?), revisar el arbolado de los jardines de todas las construcciones de Valdelatas y, puestos a pedir, se puede indagar en documentos de las diputaciones de Segovia y Madrid para ver si existen datos sobre que se plantó en Quitapesares o en las carreteras de Madrid o incluso análisis genéticos que nos informen de los parentescos de todos estas poblaciones (las dudosas y las claramente plantadas). En fin, tanto trabajo (perdón por la "exigencia") sólo se justifica si hay dudas de la expontaneidad de las poblaciones de Valdelatas o Quitapesares, pero cuesta creer que los citados parajes sean refugio de especies amenazadas.

Además está la cuestión, que dejo abierta, de cual es el límite de un área para considerar a una especie autóctona: el país, la provincia, la región o provincia biogeográfica...Es decir, si Ulmus laevis es autóctono de la Península Iberica, pero se demuestra (lo que todavía no está) que las poblaciones conocidas de la Sierra de Guadarrama son de origen antrópico, ¿se debe considerar autóctona o alóctona en dicha sierra?
- J. Baonza 18/06/2016
En Valdelatas plantados en el siglo pasado en la carretera que limita dicha dehesa por el norte, la del club de tiro, y en los jardines de instalaciones del canal de Isabel II. Estos seguramente sean el origen de los presentes delntro de la dehesa, si no proceden directamente de ejemplares plantados en ella. En favor de esto apunta a que en dicha dehesa hubo un vivero forestal para las plantaciones que se realizaron en ella a mediados del s. XX.
Sobre los olmos blancos de Miraflores, persisten algunos grandes ejemplares en la travesía a Bustarviejo (uno junto a la marquesina de la parada cercana al bar la Parada y otros dos cerca del cuartel de la Guardia Civil) y en la carretera a Guadalix, donde recientemente he podido medir los perímetros normales de tres de ellos (hay alguno más): 161, 173 y 74 cm (este tal vez de rebrote, por ser cepa enmarañada). Estos serían los parentales de los existentes en el propio río Guadalix.
Otro ejemplar extraño es el del arroyo del Artiñuelo de Rascafría, a más de 1700 m, que solo por lo inusual del hábitat (árbol propio de las vegas fluviales europeas) obliga a dudar de su espontaneidad.

La conclusión es que parece claro que los olmos blancos son introducidos en todo el ámbito de la Sierra de Guadarrama y alrededores, y los estudios genéticos, aunque han permitido realizar publicaciones de impacto internacional, no son determinantes. Sorprendentemente hay un proyecto life que está fomentando la difusión de esta especie alóctona por las vegas del centro peninsular, aunque su uso en jardinería si sería recomendable, por ser de lo más parecido a los olmos o álamos negros tradicionales (Ulmus minor), a la par que resistente a la grafiosis. Mejor incluso que los propios clones seleccionados de esta especie, pues no parece oportuno repetir el error de plantar masivamente clones, sin diversidad genética, que a la larga los haga más proclives a las plagas: ¿no hemos aprendido la lección de los propios Ulmus minor var. campestris o vulgaris, un clon difundido por los romanos?.








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