[Modificado 12/2020]
El esfuerzo conservacionista se dirige principalmente a las especies amenazadas de extinción, dejando las extinguidas como un mal recuerdo del patrimonio perdido, sin dedicarle muchas veces mayor dedicación salvo que se acometan proyectos de reintroducción, muy raros en plantas. Pero es difícil afirmar que una especie está extinguida en una región cuando no hay un conocimiento exhaustivo de la misma. Cuando no se ha recorrido cada arroyo, cada peñasco o cuando menos cada cuadrícula UTM de 1 km de lado, marco habitual para las citas corológicas. Si revisamos los datos de anthos.es, encontramos que hay incluso cuadrículas de 10x10 km de la Sierra de Guadarrama que no llegan a la centena de especies citadas. Falta mucho por conocer y no parece haber mucho interés en resolver esta carencia, salvo honrosas excepciones. Además, para dar por extinguida a una especie (o población) muchas veces nos basamos en citas antiguas que normalmente son muy poco precisas y sin datos sobre su abundancia, lo que dificulta su localización. Por este motivo hay esperanza de que tal vez haya pasado desapercibida y sea posible que todavía quede alguna población desconocida. Anima a ser optimista las citas de nuevas especies para la Sierra de Guadarrama o el reencontrar especies o poblaciones que se daban por extintos en la zona como Astrantia major, Gymnocarpium dryopteris, Ophioglossum vulgatum (Baonza et al. 2013) o, más recientemente, Circaea lutetiana, Geranium divaricatum o Trifolium rubens (Baonza 2016).
|
Geranium bohemicum L.
Especie muy rara de la flora ibérica para la que existe un pliego de
“Balsaín” (Silvestre 1968 SEV, revisado por Carlos Aedo para Flora Iberica).
La ausencia de citas posteriores para esta especie la señalan como muy
rara o desaparecida. Parece vivir en bosques incendiados recientemente,
para lo que parece adaptado por la larga longevidad de sus semillas, o
terrenos removidos. Es un geranio anual, de hojas con segmentos
rómbicos, de pétalos violeta azulados, emarginados, con cilios en el
ápice, sépalos patentes con pelos glandulares y 10 estambres. Encontrado
en La Hiruela (Madrid) en 2016.
Para Trifolium rubens, ver entrada específica.
A veces es difícil encontrar lo que no se busca, por lo que parece interesante hacer un listado de las especies a buscar. Veamos algunos otros ejemplos:
Gentiana pneumonanthe L.
Fué citada por Cutanda (1861) de Peñalara, donde habría sido vista/recolectada por Isern, cita que recogen a su vez Willkomm & Lange (1870). Existe un pliego de esta localidad, procedente del Instituto San Isidro (Peñalara, agosto, Pereda, MA 573453). El recolector es probablemente Sandalio Pereda, que fue catedrático de Historia Natural en dicho Instituto entre los años 1853-1886. No ha vuelto a ser encontrada en esa localidad hasta nuestros días, por lo que es probable que se haya extinguido en Guadarrama (Renobales, borrador de Flora Iberica XI. En el volumen impreso simplemente la cita dudosa de Madrid). Alegría (1997) señala el testimonio de un guarda de Valsaín, que parece corresponder a una observación demasiado rápida para ser tenida en cuenta. Especie a buscar en cervunales altos. |
Hypericum androsaemum L.
Antiguamente recolectada y citada del Valle del Paular: Mas Guindal VII-1892 (MAF 64095) (Cutanda 1861; Willkomm & Lange 1874-1880; Fernández 1988) y citado más recientemente del Hayedo de Montejo (macizo de Somosierra) (Ruiz et al. 1982, cita cuestionada por Enríquez de Salamanca 2009), no ha vuelto a ser encontrado. Habría que buscarlo en los bosques de ribera del Lozoya.
|
|
Lycopodium clavatum L.
La presencia de licopodio se basa en un pliego de Blas Lázaro Ibiza (MAF 65964, finales s.XIX o principios del XX) cuya etiqueta señala recolectado de la vertiente segoviana de Peñalara (Rivas & col. 1981). No hay otro testimonio y ni siquiera es considerado por el propio Blas Lázaro, quien señaló que se localiza en “Pirineos y algunas montañas del Centro” (en Lázaro 1905: 197, Plantas Medicinales. Manuales Soler. Barcelona. 333 pp.) o “Pirineo [sic] y montes de Ávila y Burgos” (Lazaro, 1920:560, Compendio de la Flora Española, tomo I. Madrid). Es parecida a Lycopodiella inundata, también rara en la Sierra de Guadarrama y propia de hábitats turbosos, mientras Lycopodium clavatum vive en brezales, matorrales o bosque montanos y subalpinos. Lycopodium clavatum se caracteriza además por los estróbilos (espiga con los esporangios) sobre pedúnculos largos de 5-15 cm y no sentados como en Lycopodiella. Fotografía en http://www.anthos.es/
|
Polystichum lonchitis (L.) Roth
Helecho del que existe un pliego recolectado por encima de la Laguna de Peñalara (F. Beltrán VIII-1912, MA 584), lo que permite señalar a Flora Iberica su presencia en Madrid (Salvo & Hidalgo 1986) y citada con dudas de la misma zona (Rivas-Martínez et al. 1981). Es de fácil confusión con individuos juveniles de P. aculeatum, que también tienen los frondes 1 vez pinnados (2 veces pinnados en individuos adultos) pero todavía no desarrollan esporangios. Un ejemplo es el pliego de El Cardoso (Galán 2010 MA-01-00819276) que aparece en anthos.es y en gbif.org mal identificado. Polystichum lonchitis es más bien rupícola, mientras P. aculeatum es propio de bosques húmedos, raramente en roquedos de alta montaña con escorrentía (como por ejemplo ocurre en Peñalara).
|
¡A ver si alguien tiene la fortuna de encontrar alguna de estas especies en la Sierra de Guadarrama!, si no lo ha hecho ya.
Ya nos estás poniendo retos.
ResponderEliminarUn abrazo!!
Mal asunto si no las has encontrado tu hasta ahora pero muchas gracias por despertarnos el interés, una vez más. Estaremos más atentos en nuestras salidas camperas...
ResponderEliminarGracias Eladio, pero tampoco las he buscado tanto, ¡ya quisiera!. Aquí hace falta la colaboración de todos los que andamos por la sierra...
Eliminargracias Jorge por seguir animándonos!
ResponderEliminaryo añadiría a la lista de sospechosas la Potentilla palustris que citaba Rivas de las turberas de la Morcuera...
muchas plantas están ahí, a la espera de ser encontradas y protegidas (a la vista está el gran trabajo que has realizado en la zona de Bustarviejo), como bien dices faltan muchos recursos en el PN...en fín
un saludo!
Pablo
Gracias a ti por este apunte ciertamente de interés. Aunque Flora Ibérica (1998) no la reconoce, tiene toda la pinta de ser cierta, al igual que las citas que hizo de Gredos, estas si confirmadas por otros autores posteriores.
Eliminarque conste que la he buscado...sin éxito
Eliminar