jueves, 14 de junio de 2012

¿Cuantas plantas hay en la Sierra de Guadarrama?


Imposible decirlo, aunque se podría estimar (la estadística hace estos milagros) cuantos individuos de plantas hay en la Sierra, aunque la precisión depende del número de muestreos que se hagan. Si preguntamos por especies de plantas la respuesta es la misma. No se sabe a ciencia cierta, como tampoco se sabe el número de especies de hongos o animales, peor si hablamos de otros organismos. Tal vez el único grupo medianamente estudiado sea el de los animales vertebrados (y aquí tambien hay clases), una minoría. Cuando se dan cifras de unos pocos cientos de animales para cualquier lugar ya sabemos que quien lo dice ignora demasiado. En la mayoría de los casos no se ha estudiado completamente. De momento vamos a acotar más la pregunta restringiéndonos a las plantas vasculares, desde helechos a plantas con flores, lo que excluye a algas, briófitos (musgos y hepáticas) y por supuesto a los líquenes (dado que estos organismos son hongos que alojan en sus tejidos algas y/o cianobacterias, con mutuo beneficio o simbiosis). Con los estudios disponibles (que no cubren completamente todo el espacio) y revisados críticamente (algunas citas, con el conocimiento actual, se sabe que son erróneas), teniendo en cuenta que la clasificación de las propias plantas no es algo fijo y el creciente conocimiento cambia la forma de clasificación y nomenclatura, que se están introduciendo nuevas especies tanto deliberadamente (principalmente por motivos ornamentales) como involuntariamente, y que tal vez estén desapareciendo algunas especies, tenemos unas 2220 especies y subespecies de plantas vasculares en las sierras de Guadarrama y Somosierra (ver ámbito), aunque de unas pocas se requiere confirmar su presencia. Si hay que presumir, de esta cifra habría que descontar las especies alóctonas o no naturales, cuyo número creciente no es para estar orgullosos. Esta cifra se puede desglosar de la siguiente manera:

5 subespecies (por lo menos) son de valor taxonómico dudoso.
112 son citas dudosas (citadas pero con dudas de su correcta o precisa identificación, o de presencia probable).
54 son híbridos (existen más, se irán añadiendo paulatinamente).
136 son alóctonas de la Península Ibérica más 26 que tal vez lo son (incluidas aquí especies de cultivo antiguo, de origen incierto, sin descartar su origen en la Península Ibérica, por lo menos en parte, e incluso que poblaciones silvestres de la Sierra de Guadarrama hayan contribuido a alguna variedad). Seguramentemente hay más especies alóctonas, cultivadas (o plantadas en zonas naturales) y a veces naturalizadas.

31, naturales de la Península Ibérica, serían alóctonas en la Sierra de Guadarrama, más 8 que tal vez se encuentran en esta situación. 

Ahora que está en debate el Parque Nacional de las cumbres de la Sierra de Guadarrama, es obvio que en el espacio propuesto la cifra de flora vascular es mucho menor. La flora de las cumbres está algo mejor estudiada, aunque no hay un catálogo preciso, ni siquiera en los estudios que se han realizado para la propuesta de un Parque Nacional, dado que se han centrado en una zona más amplia. Se podría estimar en gran parte con la señalada en la guía de Modesto Luceño y Pablo Vargas (1991). Según estos autores hay 570 especies y subespecies de flora vascular por encima de 1750 m en el Sistema Central, de los que habría que descontar 33 taxones que dentro de éste sólo aparecen en la Sierra de Gredos (14 endemismos gredenses) y 2 en la Sierra de Ayllón. Esto nos deja que la flora de las cumbres u orófila de la Sierra de Guadarrama la componen 535 taxones, a falta de actualizar el listado. Estos datos nos indican que para esta flora orófila del centro de la Península Ibérica, la Sierra de Gredos es más importante. Además habría que añadir la flora de aquellos espacios de la propuesta de parque que descienden de las cumbres como La Pedriza o los montes de Valsaín (si finalmente se incluye en el Parque Nacional, cosa que ya parece descartada). No existe un catálogo de la flora de La Pedriza, con algunos estudios parciales, pero si para Valsaín, aunque el más completo permanece inédito. En cualquier caso debiera ser básico hacer un estudio de campo intenso que nos dijera cual es la flora actualmente existente y su distribución, básico para hacer una gestión bien sectorizada, y conocer que especies y sitios concretos requieren un especial cuidado, si queremos que la conservación de la flora sea una realidad.

(corregido 11 de mayo de 2014)

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